viernes, diciembre 22, 2006

Colilla

Me siento desgraciada, amargada, despreciada, me siento una mierda, una colilla tirada en la carretera.

Un alma sin futuro, un cuerpo sin alma, unos ojos que verán marchitarse las mañanas.

Pomposa engreida, estúpida sin cerebro, manojo de defectos y rostro de vinagre.

Celulítica ramera de pelo de rata, nariz ganchuda y labios resecos.

Muerta debería estar, no despertar.

O agonizar hasta mi último suspiro de vómito y sangre.

Soy un ser inmundo que no merece a nadie, pero sí la nada.

La nada, el dormir eterno.

Mi cuerpo grasoso lleno de gusanos blancos, sentir cómo me devoran por dentro y juegan al escondite en las cuencas de mi cráneo.

Quizá la tranquilidad del fondo del mar, donde los peces irán arrancando mi piel pedacito a pedacito y solo quede un esqueleto más, perdido entre las arenas.

Así me siento...

lunes, diciembre 18, 2006

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